Combinamos el shiratamako, el joshinko y el azúcar en un bol.
Añadimos el agua caliente poco a poco mientras mezclamos con los palillos.
Las harinas empezarán a pegarse y acabarán formando grumos. Usando las manos, amasamos hasta que la masa quede suave.
Dividimos la masa en 3 porciones.
Dividimos la primera porción en 5 porciones a las que le daremos forma de bolas. Si la masa se agrieta, con la ayuda de un dedo humedecido, alisamos la zona.
A la segunda porción le añadiremos el matcha, que habremos disuelto en una poco de agua. Amasamos hasta que nos quede una masa de color uniforme, dividimos en 5 porciones de igual tamaño y le damos forma de bola.
Repetimos el proceso con la tercera porción y el colorante.
Preparamos un bol con agua fría y hielos.
Añadimos las bolas a una olla con agua hirviendo, removiendo para que no se peguen al fondo de la olla.
Las bolas de masa se hundirán y, una vez estén cocidas flotarán. Cuando empiecen a flotar, cuécelas un par de minutos más.
Saca las bolas y añádelas al bol con agua helada. Tan pronto se hayan enfriadao, escúrrelas bien y ponlas en un plato ligeramente húmedo para que no se peguen.
Ahora solo queda hacer los pinchitos. Pon 3 bolas en cada palillo, una verde, una blanca y para acabar, una rosa.