Mezclamos la harina y la levadura.
Le añadimos el agua y el dashi (o la salsa de soja). Mezclamos hasta que este todo bien incorporado.
Opcionalmente, podéis dejar la masa en la nevera entre 1 hora y 8. Esto os ayudara a conseguir un okonomiyaki más esponjoso.
Preparamos la col. Le quitamos la parte central y la cortamos bien finita. A mí me gusta darle uno o dos cortes horizontales para evitar que los trozos de col sean demasiado grandes.
Preparamos la cebolleta. Le retiramos la raíz y la cortamos a trozos pequeños.
Cortamos el beni shoga en trocitos pequeños.
Retiramos la masa de la nevera, y añadimos la col. Seguidamente, añadimos la cebolleta y mezclamos.
Llegados a este punto, podéis añadirle el tenkatsu, el beni shoga y el huevo.
Para conseguir un okonomiyaki esponjoso, es importante mezclar lo justo y necesario para combinarlos.
En una sartén añadimos un poco de aceite, lo repartimos bien ayudándonos de papel de cocina y añadimos la mitad de la masa.
Ayudándonos de una espátula, le damos forma y le añadimos las lonchas de bacon encima. Tapamos y dejamos cocinar durante unos 5 minutos.
Ayudándonos de una espátula le damos la vuelta, y volvemos a tapar.
Pasado un par de minutos, el okonomiyaki está listo.
Retiramos de la sartén y le añadimos la salsa okonomiyaki, la mayonesa kewpie y, opcionalmente, la cebolleta, el beni shoga y el katsuobushi.