Pelamos y cortamos el jenigibre y el ajo
En una olla añadimos el mirin y el sake. Llevamos a ebullicion durante un par de minutos.
Seguidamente añadimos la salsa de soja, el azúcar, el jengibre y el ajo.
Removemos para ayudar a disolver el azúcar y lo dejamos hervir durante 10 minutos.
Pasado ese tiempo, vertemos el contenido en un bol y dejamos enfriar.
En una olla, ponemos agua a calentar. Cuando esta ese hirviendo, añadimos los huevos y removemos constantemente durante los primeros 2 minutos. Este es el secreto para conseguir que la yema de huevo quede centrada.
En total, dejaremos los huevos hirviendo entre 6 y 7 minutos, dependiendo del tamaño del huevo y de si os gustan mas o menos hechos. Como voy a usar huevos de tamaño medio, me decanto por 6 min y medio.
Pasado ese tiempo, retiramos los huevos y los vertemos en un bol con agua muy fría para parar la cocción. Cuando se hayan enfriado, los pelamos.
Añadimos el agua al tare que preparamos al inicio y, finalmente los huevos.
Dejaremos macerar en la nevera durante un mínimo de dos horas y hasta un máximo de 3 dias. Cuanto mas tiempo estén macerando, más intenso será su sabor.