En un bol grande, mezcla 512 g de harina y 10 g de sal mezcla.
512 g de harina
En otro bol, añade 455 g de agua tibia (38ºC), 25 g de levadura fresca y mezcla. Una vez la levadura este disuelta.
Añade el liquido a la harina y mezcla con una espátula hasta formar una masa pegajosa.
Embadurna la superficie de la masa con aciete de oliva para evitar que, mientras la masa reposa, esta se seque se forme una corteza.
Cubre el bol con film y deja que la masa repose en la nevera durante un mínimo de de 12 horas o hasta 2 días.
Seguidamente, engrasa el molde para evitar que la masa se pegue.
Al dia siguiente, saca la masa de la nevera y con las manos engrasadas con aceite, lleva los bordes de la masa hacia el centro para formar una bola.
Vierte 2 cda de aceite de oliva extra virgen y vierte la masa al molde. Seguidamente, engrasa la parte de arriba de la masa con aceite para evitar que se seque y deja reposar durante 3 o 4 horas.
Precalienta el horno a 220ºC,
Opcionalmente, añade los toppings para la focaccia y la sal en escamas.
Engrasa tus manos en aceite y usa tus dedos para crear las iconicas hendiduras que tienen las focaccias. Si es necesario, estira suavemente la masa para que se adapte al molde mientras haces las hendiduras.
Hornea la focaccia de 25 a 30 minutos, hasta que la base esté dorada y crujiente. Saca la focaccia del horno y transfiérela a una rejilla para que se enfríe.
¡Y así de fácil tienes una deliciosa focaccia casera con solo 4 ingredientes!