Estas trufas de chocolate blanco y matcha son el mejor regalo para los amantes del matcha. ¡Una combinación exquisita!
Matcha, ¿qué es?
Matcha (抹茶) significa “té en polvo”. Cuando pides un té, normalmente las hojas se infunden en el agua caliente y luego se desechan.
En el caso del matcha, nos bebemos las hojas que han sido finamente pulverizadas y convertidas en una solución que se “diluye” en el agua.
Cuando probéis el matcha por primera vez, os daréis cuenta que su sabor es fuerte, rico en umami y con un agradable sabor que nos recuerda a hierba fresca.
Cuando se disfruta del matcha en bebida, me gusta recomendar siempre usar gradación ceremonial o premium.
Sin embargo, para esta receta, podéis optar por usar té matcha de gradación culinaria y, para conseguir el color vivo del matcha, en el último paso, rebañarlos con matcha premium. Esta es una opción ideal si tenemos en cuenta que el matcha no es un té especialmente barato.
Receta Trufas de Chocolate Blanco y Matcha – ¡Tan sólo 4 ingredientes!
Si sois fanes del Matcha, preparar esta receta en casa es fácil ya que solo requiere 4 ingredientes extremadamente fáciles de encontrar: Chocolate blanco, matcha, nata y mantequilla.
¿Podría ser más fácil?
¿Qué hacer si se deshacen las trufas?
Esta es una receta extremadamente fácil de preparar con un único enemigo, el calor. Empezamos cortando el chocolate blanco y lo añadimos a la nata caliente junto con la mantequilla. Una vez deshecho, añadimos el matcha tamizado y, cuando este bien incorporado, lo vertemos en un táper con papel de horno para poder despegarlo una vez se solidifique.
Pasado unas horas o, aún mejor, al día siguiente, toca darle forma a las trufas y aquí, es cuando el calor puede complicaros las cosas. Empezamos removiendo la «masa de trufa» del papel de horno y lo cortamos a cuadraditos. Para que os sea más fácil, os recomiendo limpiar el cuchillo tras cada corte. Una vez listo, dependiendo de lo rápido que hayáis sido, os recomendaría ponerlo en la nevera (o congelador) si veis que se empieza a deshacer.
Ahora toca separar los cuadraditos. Para evitar que la parte inferior se pegue al recipiente en que lo vayáis a poner, podéis añadirle azúcar en polvo encima (como veis en el vídeo) y ponerlos boca a bajo (el azúcar tocara la superficie del recipiente y evitara que se pegue). Una vez separados, los volvemos a poner en la nevera para que se enfríen y solidifiquen un poco.
Y ya está, solo queda pendiente darle la forma. Los sacamos, les acabamos de dar la forma de cuadrados, los rebañamos en matcha, ¡y ya está! Ya tenéis listo unas suntuosas y deliciosas trufas de chocolate blanco.
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¡Nos vemos pronto!
Ingredientes
- 400 g chocolate blanco
- 240 ml nata / crema de leche
- 1,5 cda. matcha
- 25 g mantequilla
- azúcar en polvo opcional
Elaboración paso a paso
- Cortamos el chocolate blanco a trozitos pequeños.
- Al baño María, calentamos la nata. Una vez este a punto de hervir, retiramos la olla.
- Añadimos el chocolate blanco y la mantequilla a la nata y removemos hasta que el chocolate quede deshecho. De hacer falta, podéis poner la olla al baño María de nuevo para ayudar a que este se deshaga.
- Cuando el chocolate se haya deshecho, tamizamos el matcha y lo añadimos poco a poco a la mezcla de chocolate blanco y nata. Removemos de forma constante para incorpóralo y evitar que queden grumos.
- Una vez el matcha este bien incorporado, vertimos la «masa de trufa» en un tapper que habremos recubierto con papel de horno (esto nos permitirá que el proceso de desmoldarlo sea mas fácil).
- Empezamos removiendo la “masa de trufa” del papel de horno y lo cortamos a cuadraditos. Para que os sea más fácil, os recomiendo limpiar el cuchillo tras cada corte. Una vez listo, dependiendo de lo rápido que hayáis sido, os recomendaría ponerlo en la nevera (o congelador) si veis que se empieza a deshacer.
- Ahora toca separar los cuadraditos. Para evitar que la parte inferior se pegue al recipiente en que lo vayáis a poner, podéis añadirle azúcar en polvo encima (como veis en el vídeo) y ponerlos boca a bajo (el azúcar tocara la superficie del recipiente y evitara que se pegue). Una vez separados, los volvemos a poner en la nevera para que se enfríen y solidifiquen un poco.
- Ya solo queda pendiente darle la forma. Los sacamos, les acabamos de dar la forma de cuadrados, los rebañamos en matcha, ¡y ya está! Ya tenéis listo unas suntuosas y deliciosas trufas de chocolate blanco.