Los korokke son extremadamente populares en Japón. Aunque distan de la comida tradicional japonesa, esta receta tiene ya más de un centenar de años de historia.
Elaborados con patata rebozada en panko y frita, esta delicia tiene sus orígenes en la croqueta europea.
Como todo plato de la cocina yōshoku (vertiente de la cocina japonesa con orígenes en platos de occidente) ésta fue adaptada para los paladares nipones.
Otros platos populares de la cocina yōshoku son el curry, el katsudon o el omurice.
Una receta ideal para la cuarentena
Minimizar las compras es esencial. Por ello, hoy os comparto una receta fácil que podéis elaborar con ingredientes que, muy probablemente, tengáis en vuestra despensa.
Patata, zanahoria, cebolla, pan de molde/panko, harina, huevo y aceite. Opcionalmente, podéis hacer diferentes versiones con carne picada y/o añadirle champiñones.
Diferentes tipos de Korokke
La receta que os comparto es una receta base que os servirá para experimentar y preparar los korokke de aquello que más os guste.
Existen korokkes vegetarianos, de carne, de curry, con champiñones, con calabaza,… Incluso existen korokkes elaborados con las sobras del nikujaga.
Si queréis adaptar esta receta para hacer un korokke de carne, podéis substituir la zanahoria por carne picada.
Simplemente, tenéis que cocinar la cebolla y, cuando ésta esté prácticamente lista, añadir la carne picada y cocinarla hasta que se dore.
La croqueta japonesa con panko casero
Hoy en día es fácil encontrar panko preparado en tiendas asiáticas e incluso en algunos supermercados.
Sin embargo, si tenéis pan de molde en casa y un procesador de alimentos, podéis preparar panko casero en un par de minutos.
Para ello, simplemente tenéis que cortar los bordes del pan de molde y lo pasamos por el procesador de alimentos hasta conseguir copos de tamaño medio. Si queréis ver cómo lo hago, os animo a que veáis esta receta.
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¡Nos vemos pronto!
Ingredientes
- 500 gr patata
- 250 gr zanahoria
- 1 cebolla pequeña o media cebolla grande
- sal a gusto
- pimienta a gusto
- 1 huevo
- panko
- harina
Elaboración paso a paso
- Cortamos la zanahoria a trozos pequeños y la patata a trozos medios.
- Ponemos dos ollas con agua a hervir. En la grande, añadiremos las patatas, en la pequeña la zanahoria.
- Mientras las patatas y la zanahoria se cocinan, preparamos la cebolla. La pelamos, la cortamos por la mitad y le realizamos cortes perpendiculares a la raíz. Esto hará que cortar la cebolla a trocitos os sea muy fácil.
- Calentamos una sartén con un poco de aceite a fuego medio alto. Añadimos la cebolla y la cocinamos dorarla.
- Una vez la zanahoria y la patata se pinchan fácilmente, podéis retirarlas del fuego y colarlas.
- En un bol, añadimos la patata y, con un batidor manual, las machacamos. Os recomiendo hacerlo de esta forma para evitar que la patata acabe siendo puré.
- Sal pimentamos.
- Añadimos la zanahoria y la “rompemos” un poquito con el batidor (para mi, la textura ideal es cuando ésta se distingue de la patata). Finalmente, añadimos la cebolla y removemos bien. Dejamos enfriar la masa.
- Cuando ésta esté a temperatura ambiente, la probamos y, de ser necesario, añadimos más sal y/o pimienta. Seguidamente, dividimos la masa en 8 (10 si queréis hacer patties más pequeños) y le damos su forma. Cuando éstos estén listos, los dejamos reposar en la nevera durante un mínimo de una hora.
- Pasado ese tiempo, ya solo queda rebozarlos. En un bol añadimos un huevo que batiremos bien, en otro el panko y finalmente en el último la harina.
- Empezamos rebozando el pattie en harina, seguidamente lo bañamos en el huevo y por último lo rebozamos en panko.
- ¡Ya solo queda freírlo! Calentamos el aceite a 175 grados y freímos los korokkes hasta que adquiera un aspecto dorado.